Declaración política

Asumiendo presente, cambiando futuro!

Soy Josefina Baldó.  Provengo de un hogar donde el compromiso social y la dedicación por el país definieron mi vocación de servicio. Siempre he tenido como ejemplo y norte de mi acción lo que fue la obra de mi padre, José Ignacio Baldo, médico sanitarista que junto a otros ilustres venezolanos derrotó la tuberculosis y otras endemias que hoy, lamentablemente, han regresado a nuestro país. Fueron ellos quienes desarrollaron el Sistema de Medicina Simplificada destinado a la población más desatendida del país.  

Soy arquitecto y urbanista. He dedicado mi vida al tema de la ciudad, especialmente al reto de la vivienda en los sectores populares. En ese empeño he construido propuestas y realidades y,  junto a un valioso equipo de colaboradores, hemos recibido numerosos reconocimientos internacionales. Como millones de venezolanas y venezolanos hice de mi labor profesional y de mi ejercicio como mujer y madre, mi principal forma de luchar por Venezuela, lejos de la actividad política electoral. También, como millones de venezolanas y venezolanos, he podido ver cómo, desgraciadamente, la actividad política quedó en manos de personas que no siempre han tenido ni las aptitudes idóneas  ni la capacidad ética necesaria.

Consecuente con mi historia y mi vida, he decidido por eso ampliar mi vocación de servicio público y asumir la responsabilidad de ser candidata a la Asamblea Nacional, en un acto orientado, además, a construir una referencia distinta junto a muchos otros venezolanos. Asumo el presente para cambiar el futuro.

Adopto esta decisión porque la situación del país es muy difícil. Nos encontramos entrampados en un enfrenamiento entre el gobierno y la oposición que impide construir una Venezuela próspera y desarrollada. No queremos que el gobierno termine con lo poco de país que nos queda, ni que la oposición tradicional nos devuelva al pasado que generó, precisamente, esta crisis. Nos encontramos frente a un país destruido, donde, además, se han perdido los valores y la ética.

Frente a esta situación comienza a formarse un sector político diferente de los dos existentes, del Gobierno y de la oposición tradicional. Es importante precisar que no somos ni queremos ser una “tercera vía” entre el oficialismo y la oposición: Somos algo radicalmente distinto a ambos. Oficialismo y oposición tradicional son dos caras de una misma moneda, dos expresiones de una misma forma de vivir y entender la política. La prueba es que en los últimos 11 años han cambiado algunos nombres y algunas caras, han cambiado algunos estilos y conductas, pero en lo sustantivo el país sigue igual o peor. Si bien en 1998 era evidente que Venezuela necesitaba un cambio, los últimos once años nos han enseñado a todos que hay que cambiar incluso la forma de cambiar al país, porque ese “cambio” no puede ser para atrás, ni para peor.

Creemos en un cambio en positivo, en un país con ciudades donde habiten verdaderos ciudadanos, con una necesaria calidad de vida urbana. Ello implica, además de la reconstrucción de nuestras ciudades, proporcionándole importantes espacios públicos, infraestructura y servicios, el mejoramiento integral de los barrios, donde habita la mitad de nuestros compatriotas, dotándolos de los servicios para incorporarlos a las ciudades. Ello exige un proyecto de país distinto para elevar el nivel de vida de todos los venezolanos con empleo y educación.

Nuestro país cuenta con la ventaja de poseer hasta el 25% de la reservas petroleras mundiales y debe  plantearse, para trasformar la economía, la rectificación del modelo petrolero de venta de combustible fósil para pasar al desarrollo de la industria petroquímica y la química orgánica industrial; el impulso de la producción de conocimientos y no la sustitución del conocimiento científico por los saberes populares; el interés en la educación de alta calidad y en la calificación masiva de los venezolanos; la soberanía alimentaria; un sistema de salud y la inclusión de los ciudadanos en las decisiones políticas de todo tipo y complejidad.

Un proyecto de país contemporáneo está muy lejos de estar construido y no se construirá dándoles migajas a nuestro pueblo y a los pueblos de otros países.

He dedicado mi vida a trabajar por mi país, en especial, por los sectores más necesitados. Por eso, acepto el compromiso como candidata a la Asamblea Nacional para impulsar nuevas propuestas y puntos de vista y lograr que en el año 2012  haya una alternativa que supere la actual confrontación sin propuestas, y comience así una verdadera transformación en positivo en todos los renglones.

Soy independiente. Participo en un movimiento político de venezolanos socialmente sensibles y políticamente responsables llamado DE FRENTE CON VENEZUELA. Encabezo la lista de los candidatos a la Asamblea Nacional del partido PPT en Miranda y soy candidata principal en la Circunscripción 2 de Miranda correspondientes  a Baruta, Chacao, El Hatillo y Leoncio Martínez.

A los residentes del Estado Miranda, y en particular, a los de la Circunscripción 2 que compartan estas ideas, les pido que nos apoyen en esta cruzada. Que salgamos de la trampa de la polarización. Yo quiero mucho a mi país. Queremos construir una nación independiente, próspera, con gente calificada, que tenga un alto nivel de ingreso y buena calidad de vida, que existan verdaderas ciudades, que las zonas de barrios se urbanicen y sean equiparables al resto de la ciudad, donde se respeten todas la ideas y nuestra patria se convierta en una sola.

JOSEFINA BALDÓ